Recomendaciones para tener una vida sana, libre de lyme

El origen de las enfermedades infecciosas data desde la época prehistórica, por lo cual, su trascendencia a través del tiempo ha estado ligada al hombre desde los inicios de este, y en igual medida su evolución se ve marcada en el desarrollo natural y progresivo que ha tenido la humanidad desde entonces.

Así mismo, la aparición de nuevas patologías de este tipo supone un desafío para los avances de las ciencias de la salud, y aunque pareciera que el desarrollo moderno en este aspecto erradicaría rápidamente estas afecciones, no ha podido ser así, debido en gran medida, a que las enfermedades también logran desarrollarse cada cierto tiempo para desprenderse del efecto de los medicamentos.

Un alto porcentaje de las enfermedades infecciosas en humanos provienen de virus y bacterias de animales, se estima que poco más del 70% de las nuevas infecciones humanas se origina en el organismo animal.

En el entorno ambiental en el que nos desenvolvemos en la actualidad es normal encontrar diversos microorganismos bacterianos, como virus, parásitos, hongos, gérmenes o microbios en distintos estados de adaptación al cuerpo humano, ya sea desde algunos que solamente se encuentran en animales, hasta otros especialmente en humanos, aunque su origen provenga de un animal.

Las enfermedades infecciosas son causadas por agentes patógenos como los mencionados anteriormente, las cuales pueden transmitirse, directa o indirectamente, de una persona a otra. Por su parte, la zoonosis hace referencia a las enfermedades de tipo infeccioso que pueden ser transmitidas desde los animales al hombre.

Un caso particular dentro de esta categoría es la enfermedad de lyme, la cual es transmitida por una especie de garrapatas, las cuales se encuentran mayormente en venados o ciervos, conocidas coloquialmente como garrapatas de patas negras en referencia al color de sus extremidades, por medio de la mordedura de esta logran infectar el sistema humano con la bacteria Borrelia burgdorferi.

Así mismo, otros insectos, mosquitos o pulgas infectadas por esta bacteria también pueden transmitir la enfermedad, teniendo su signo más notorio en la aparición de un salpullido en forma de diana en la zona infectada y síntomas parecidos a una enfermedad viral como cualquier resfriado o gripe, haciendo que el paciente se tome a la ligera la afección sin saber en realidad cual es el problema que lo aqueja.

Del mismo modo, al observar la prominencia del salpullido antes mencionado, sumado a otros síntomas comunes de la afección como dolor muscular, en las articulaciones y debilidad en las extremidades, es cuando la persona contagiada se da cuenta de que se trata de una infección severa y que lo más recomendable es acudir a un médico.

Hasta ahora, no se ha encontrado un antídoto o medicamento que actúe de forma rápida y efectiva sobre la enfermedad, todo se basa en un tratamiento enfocado en el suministro de antibióticos, previamente prescritos por un especialista, con resultados favorables que indican que un número importante de las personas que padecen la enfermedad de Lyme han mostrado una recuperación adecuada.

Sin embargo, la complejidad a la hora de diagnosticar la patología hace que esta medicación no funcione acordemente en todos los casos empleados, ya que la bacteria puede actuar de distintas formas según el organismo de cada persona.

Una de las recomendaciones más elementales que realizan los expertos en este ámbito es atacar rápidamente la enfermedad, no dejar que se disemine en el organismo y cause estragos en él, para ello es fundamental que el paciente al sentir el más mínimo síntoma acuda a un centro asistencia donde se le brinde la atención adecuada en caso de estar contagiado, o de igual manera para descartar la presencia de la bacteria en el organismo.

Es importante cumplir con esta última recomendación, ya que su incumplimiento en caso de tener la enfermedad, puede verse traducido en severas secuelas dejadas por la enfermedad, las cuales pueden aparecer cuando la persona menos lo esperan, en un lapso que puede ir de meses o incluso años, relacionado con problemas para conciliar el sueño, afecciones cardiacas, dificultades para respirar y en alguno casos, fuertes dolencias en huesos y músculos que dificultan la capacidad para moverse.

En la clínica, Biosalud Day Hospital, se encuentra personal conformado para tratar esta clase de enfermedades, ubicados en Madrid y Zaragoza, respectivamente con la finalidad de abarcar el mayor territorio posible y ayudar a una cantidad proporcional de personas que puedan encontrarse expuestos a sitios donde se encuentren las garrapatas.

Este centro asistencial con más de 30 años enfocado en la lucha contra estas infecciones, cuenta con las tecnologías más avanzadas y equipos médicos a las necesidades del paciente, ofreciendo tratamientos especializados para cada diagnóstico, con una labor que le ha hecho ganar el reconocimiento de toda Europa y parte del mundo, orientados en el desarrollo de la medicina biológica para propiciar la erradicación de muchas enfermedades.

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